A diferencia de los violinistas y violas, que se colocan el instrumento sobre los hombros al tocar, el violonchelista utiliza el suelo para sujetar el violonchelo mediante su pica (la varilla extensible en la parte inferior del instrumento). Las picas tienden a deslizarse, lo que hace que el violonchelo salga volando de las manos del músico. Algunas puntas de picas son muy afiladas para evitar estos deslizamientos, pero pueden dañar el suelo con el que entran en contacto. Los apoyos o topes para picas de violonchelo son accesorios esenciales para evitar estos deslizamientos y, al mismo tiempo, evitar arañazos y otros daños al suelo.